CONOCIDOS HABITUALES

CONOCIDOS HABITUALES

Perdido entre las sombras,

de cábalas irracionales,

te despiertas,

 te desgarro

con las uñas tus cuerdas vocales.

Te despiertas,

te destello

con auroras boreales.

Te despiertas,

te atormento

con mis torturas banales.

Si brillas yo te ensombrezco,

pensamientos sepulcrales.

No olvides que yo soy tú,

conocidos habituales. 

RELOJ

RELOJ

Empiezo a contar las hojas, 

son agujas de un reloj

que dibujan paradojas.

Cuanto más tiempo menos vida,

cuanto más vida menos tiempo.

Detenme.

VESTIDO DE TORMENTA

VESTIDO DE TORMENTA

Me he puesto mis mejores galas,

y me he vestido de tormenta.

Empiezo a medir el tiempo

y no me salen ni las cuentas.

Encadenadme a un reloj, 

eso no hará que me detenga.

Mi odio rompe tus cadenas,

no harás que nadie me retenga.

ALIENTO

ALIENTO

Miro a mi titiritero,

solo son mis pensamientos.

Que me torturan a bailar, 

siguiendo el compás del viento.

Queriendo ser la fábula

de lo que no era ni un cuento.

Queriendo apagar el fuego,

cada vez que lo caliento.

Queriendo manifestarme

más allá de un pensamiento.

Queriendo creerme que mi vida

no es solo tiempo,

que lentamente se consume 

cada vez que tomo aliento.

TITIRITERO

TITIRITERO

Avanzo

miro al titiritero y vacilo. 

Despierto de ese letargo

que siempre me mantuvo en vilo.

Es cierto,

me asusta su filo,

aunque sea lo único

que me puede cortar los hilos.

SUÉLTALO

SUÉLTALO

Suéltalo,

córtame las alas,

no quiero ser libre como Dédalo.

Quiero ver como el tiempo

marchita mis últimos pétalos,

derrite mis témpanos,

me corroe hasta el tuétano. 

No en vano, sin embargo, 

deseo despertar de mi letargo, 

relevarme del cargo

que me mantiene dormido, aturdido...

Empezó como quimera 

y acabó con sabor amargo.

SOMBRAS

SOMBRAS

Suenan gritos en mi cabeza,

retumban mis paredes.

Soy un pez perdido entre tus redes.

Oscuridad total.

Me alumbras el camino,

creas luz y también sombras,

sombras que me asombran.

Despierto de mi letargo.

MINOTAURO

MINOTAURO

Cierra los ojos,

abre las ventanas

y que entren las llamas,

debisteis haberme cortado las alas.

Perdido en mi cama,

entre todas tus ramas,

mientras me crecen las canas.

Espero sentado

a la sombra de mi vida.

Perdido en el laberinto

corto el hilo de Dédalo

sin haber encontrado la salida.

ESCLAVIZADO

ESCLAVIZADO

Monto en mi barco,

abro mis velas,

y dejo que me empuje el viento

que fluye por mis venas.

El tiempo no trae

redención a mis condenas,

no habrá libertad para el esclavo

que se encaprichó de sus cadenas.